El pasado fin de semana, el barrio de Espartales se
volcaba con la Hermandad de Jesús Despojado en los actos realizados, con motivo
del traslado de la imagen titular a la nueva parroquia de Santo Tomás de Villanueva.
La jornada comenzaba el sábado por la tarde, en la que
fuera la casa de la hermandad durante las últimas semanas: la Residencia de
Mayores Francisco de Vitoria, donde se llevó a cabo una ofrenda floral a cargo
de la hermandad y sus fieles, así como también, un emotivo besapie.
Llegada la jornada del domingo, Jesús Despojado decía
adiós a sus mayores, algunos de ellos con lágrimas de emoción.
Durante el trayecto, fue acompañado por los miembros
de la hermandad, su escultor Rafael Martín Hernández, la A.M. Nuestra Señora
del Rosario (que puso el toque musical) y cientos de fieles que no querían
perderse este momento.
La talla iba entronizada sobre un paso de madera
(cuyas órdenes eran dadas por su capataz Daniel Covarrubias).
Para tal ocasión, la imagen lucía una túnica azul
donada por una hermana, e iluminada por cuatro cirios y con una decoración
de claveles rojos junto a un ramo de flores (este último detalle del grupo
joven de la hermandad), tomó paso hacia su nuevo hogar.
Sin duda alguna, el momento más emotivo tuvo lugar
cuando la imagen cruzaba las puertas de la parroquia, a los sones del himno
nacional, seguido de un caluroso aplauso. Una vez en el interior, el hermano mayor Roberto
Gallego tuvo unas palabras de agradecimiento a los allí presentes.
Él nos espera con los brazos abiertos desde su nueva
casa, donde recibirá el cariño de su hermandad y de todo aquel que quiera pasar
a verle.
Galería fotográfica: https://www.flickr.com/photos/138070407@N03/albums/72157665409945384
Galería audiovisual: https://www.youtube.com/channel/UCiNJgOijcZked_Liu6uWZNw/videos?sort=dd&view=0&shelf_id=0
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